El proceso de diseño es la parte más importante a tener en cuenta cuando queremos tener éxito en la implementación de un sistema de juego.
En más de una ocasión he hablado de la importancia de contar con una metodología de diseño. Esta idea no es ni mía ni nueva. Uno de los estudiosos más importantes en esta área es Christopher Jones, que en su libro Métodos de diseño, recoge su lucha contra la mediocridad de los diseños en su época. En el libro habla ampliamente de qué es el diseño, por qué es necesario una metodología y sobre sus propuestas metodológicas. Si bien el libro está descatalogado, se puede encontrar en bibliotecas o en resúmenes en cientos de webs y blogs en internet.
Lejos de querer hacer aquí un resumen de sus investigaciones, me quedo con la idea de componer nuestro propio grupo de mecanismos que nos lleven a la consecución de un objetivo.
Si bien existen numerosas metodologías de diseño, cada una con sus ventajas e inconvenientes, cada una aplicable según las circunstancias particulares de cada momento y proyecto, quería presentar una metodología que uso habitualmente y que me funciona. Como tantas otras metodologías, se tiene que adaptar a cada proyecto, pero tener una base en la que apoyarse para no partir de cero en cada momento, es el primer paso hacia el éxito (aunque no quede garantizado).
La metodología que uso tiene el siguiente esquema (figura 1):
Contexto: De donde se parte. El briefing, el conocimiento previo que se tiene por experiencia propia. Se tiene que partir de algún problema, de algo que se tenga que solucionar,
Hipótesis: ¿Qué elementos son los que influyen en nuestro problema? ¿Qué necesitamos para solucionarlo? Probablemente se nos ocurran ideas, pero ¿Son las adecuadas? Partir de unas hipótesis iniciales nos va a ayudar a focalizar, a centrarnos, pasando de un problema abstracto a uno concreto.
Técnicas de indagación. Según nuestras posibilidades, usaremos unas técnicas u otras, pero siempre contaremos con las personas usuarias. Sin ellas, no sabremos exactamente a qué nos enfrentamos. Si las hipótesis no se validan es que no íbamos por buen camino, tendremos que formular otras a partir de lo que hemos descubierto. Si sí se validan, estaremos preparados para formular insigths y ¿Cómo podriámos…? Que nos ayudarán a solucionar el problema
Por otro lado, el conocimiento adquirido con las técnicas de indagación servirán también para generar fichas de personas, prototipos que servirán para focalizar el diseño, y los propios triggers de diseño, que nos llevarán a cómo se tiene que diseñar la experiencia.
Con estos elementos claros, estaremos preparados para empezar a pensar en soluciones a nuestro problema.