La gamificación tiene que crear un entorno similar al de un juego, conservando las principales características de este, aunque no tenga la apariencia de juego. La experiencia lúdica es la característica que define a la gamificación más difícil de medir, por lo que es necesario tener en cuenta que tiene que cumplir una serie de propiedades básicas:
La experiencia lúdica es la característica que define a la gamificación más difícil de medir, por lo que es necesario tener en cuenta que tiene que cumplir una serie de propiedades básicas.
- Objetivos (figura 1): si los elementos de juego se crean ad-hoc para llegar a unos objetivos, se está hablando de gamificación siempre y cuando no tenga una estructura de juego, o de serious game en caso de que sí haya una estructura de juego. Si lo que se hace es alinear objetivos con algún sistema de juego preexistente, se estaría hablando de objetivos basados en juego (como el ABJ)
- Proceso de creación (figura 2): la gamificación se puede considerar un proceso artesanal en el sentido de que se ha de realizar un proceso completo de diseño, desde la adquisición de las características de los usuarios, hasta la elaboración e implementación de los componentes de juego empleados en función de los objetivos del cliente. En el otro extremo se encuentran los objetivos basados en juego, que se puede considerar un proceso industrial en el sentido de que el diseñador de la experiencia ha de adaptar los contenidos, pero el trabajo de diseño e implementación de los componentes ya está realizado, al menos en parte, de forma bastante frecuente, por una empresa comercial de juegos. En un punto intermedio están los serious games, que conllevan un proceso artesanal, pero se reutilizan en forma seriada como un juego comercial.
La gamificación, como el juego, ha de ser un entorno seguro, de experimentación, donde tiene cabida la ganancia, pero no la pérdida.
- Es gratuito: la gratuidad es un concepto relevante en la mayoría de las definiciones de juego y se hace con relación a su conexión con valores materiales reales. Si bien en un sistema gamificado siempre existen unos objetivos que hay que conseguir, con lo que se puede considerar que siempre hay algún tipo de ganancia, aunque no sea material (que también es posible que sea el caso), en ningún caso se ha de poder perder. En caso de que el usuario pueda tener pérdidas materiales, físicas o de cualquier condición, se tendría que hablar de concurso o sistema de apuestas, no de sistema gamificado. La gamificación, como el juego, ha de ser un entorno seguro, de experimentación, donde tiene cabida la ganancia, pero no la pérdida.
- Es divertido: si bien ser divertido no es el objetivo principal de la gamificación, sí que ha de ser una consecuencia directa. Por diversión se pueden tomar como referencia los 42 FUNdamentals de Jon Radoff o las 8 propuestas de LeBlanc, por poner dos ejemplos.